El Día Mundial del SIDA se celebró por primera vez en 1988, y es el primer día internacional que celebra la lucha contra una enfermedad mundial. Cada año el 1 de diciembre, la UNESCO, ONUSIDA junto con otros asociados suman esfuerzos para con memorar el día mundial de la lucha contra el “SIDA”.
Los progresos para erradicar el SIDA como amenaza para la salud pública han sido considerables, más sin embargo la epidemia del VIH no ha podido ser erradicada, las personas jóvenes siguen siendo las más expuestas de manera alarmante a esta enfermedad. En este 2020, 410.000 jóvenes entre un rango de 10 hasta 24 años se infectaron por el VIH, de estos 150.000 son adolescentes de 10 a 19 años. El conocimiento sobre el VIH entre los jóvenes sigue siendo demasiado bajo, tomando en cuenta que solo uno de cada tres sabe de forma correcta sobre el VIH.
La Educación sexual debe de ser esencial entre las personas jóvenes, para que estas sepan cómo cuidarse y protegerse del VIH. Así como a evitar embarazos no deseados a temprana edad y de infecciones de transmisión sexual (ITS), de este modo se les incita a que busquen información sobre dichas cuestiones de salud y otros servicios relacionados con dicho ámbito, de este modo se garantiza una transición sana hacia la edad adulta y unas vida sexual responsable.
La labor de la UNESCO en la educación contra el VIH, es mediante estrategias para aumentar el conocimiento sobre la sexualidad y lograr una educación en un entorno seguro, lo cual es una parte esencial en la lucha contra el SIDA a nivel mundial. La UNESCO apoya a sus miembros y autoridades de cada país del sector educativo para reforzar los planes de estudio existentes, así como adaptar sus contenidos y enfoques a los diferentes entornos locales.
Los medicamentos contra el VIH ahora disponibles ayudan a las personas con el VIH a vivir una vida larga y saludable. Además, se encuentran disponibles métodos eficaces de prevención del VIH, incluida la profilaxis previa a la exposición (PrEP) y la profilaxis posterior a la exposición (PEP).
Esta pandemia de COVID-19 ha demostrado los vínculos entre la educación, la salud y la igualdad. Nos ha enseñado que la información precisa es una de nuestras herramientas de salud pública más poderosas. El sector de la educación cumple una función esencial en la promoción de la salud y el bienestar de todos los alumnos así como la eliminación de desigualdades y discriminación.
Esta razón es por lo que la UNESCO anuncio con orgullo, por motivo del Día Mundial del Sida 2021, la presentación de un nuevo e interesante conjunto de recomendaciones sobre cómo satisfacer en el sector de la educación las necesidades de los jóvenes que viven con el VIH».