“Día Internacional de los Bosques”

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que los bosques cubren un tercio de la tierra y son uno de los grandes proveedores de la naturaleza que cumplen funciones esenciales para la preservación del planeta y la vida:

Frenan el cambio Climático: Los árboles almacenan carbono, absorben alrededor de 7.600 mil millones de toneladas métricas de CO2, son un acondicionador natural del aire, bajan su temperatura entre 2 y 8 grados.

Forman una barrera contra el ruido: Las masas forestales amortiguan las ondas sonoras del ruido de las carreteras, las industrias o los núcleos urbanos.

Son una fuente de agua: Los bosques se encargan de proporcionar agua potable a más de un 33% de las principales ciudades a nivel global.

Proporcionan energía: Los bosques proveen el 40 % del suministro mundial de energía renovable.

Son el hogar de muchas especies: Conservan la vida del planeta y son los ecosistemas terrestres de mayor biodiversidad, albergan el 80 % de las especies animales y vegetales.

Preservan nuestra supervivencia: Más de 1.600 millones de personas dependen de los bosques para sobrevivir con alimento, energía, medicina y abrigo, las masas forestales contribuyen a mejorar la salud mental y prevenir enfermedades.

Fortalecen la resiliencia ambiental: Si los bosques están gestionados de manera sostenible, contribuyen a reducir la erosión del suelo y el riesgo de avalanchas, deslizamientos de tierra y desastres naturales.

Los expertos coinciden en señalar los ingentes beneficios ecológicos, económicos y sociales que aportan los bosques, sin embargo, la deforestación y la degradación ponen en riesgo su conservación.

La deforestación como la conversión de los bosques a otro tipo de uso de la tierra, como agricultura, pastizales, embalses y áreas urbanas, y supone el principal riesgo para el futuro de estos ecosistemas. La FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que desde 1990 se han perdido 420 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo debido a esta amenaza que, aunque disminuye, no lo hace a un ritmo suficiente para asegurar la protección del planeta.

El otro gran peligro para estos ecosistemas según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) es la degradación, provocando la reducción de la capacidad de los bosques para suministrar bienes y servicios tras sufrir daños tanto naturales como por la mano del hombre como: la tala ilegal, el cambio climático, incendios o plagas.

Los esfuerzos internacionales están orientados a la protección y recuperación de los bosques, con el fin de acabar con estas amenazas y promover su restauración. En la agenda 2030, del ODS 15, el punto 15.2 habla de la necesidad de “promover la puesta en práctica de la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, detener la deforestación, recuperar los bosques degradados y aumentar considerablemente la forestación y la reforestación a nivel mundial”.

Para mitigar y compensar los hábitats forestales afectados por la ocupación de nuevas infraestructuras. En 2020 y 2021 se plantaron 1,55 millones de árboles en Brasil, España, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, México y Grecia.  

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