Los plaguicidas son productos químicos que se utilizan para controlar, prevenir y eliminar las plagas que nacen y se reproducen en las distintas plantaciones alrededor del mundo.
Actualmente la comercialización de estos se hace en la mayoría de los países, los cuales son utilizados en la agricultura, pero los grandes costos en salud y al ambiente siguen siendo cuantiosos.
El 3 de diciembre se celebra el Día Mundial del no Uso de Plaguicidas, día que conmemora a las víctimas de la tragedia de Bhopal. Este suceso ocurrido en el año 1984, en la India donde 16,000 personas perdieron la vida y 500,000 fueron afectadas por un escape de gas tóxico en una planta para la producción de plaguicidas.
El gas tóxico llamado metilisocianato, dejó secuelas permanentes a más de 100.000 personas en ese país, hoy la cifra se estima es de 25,000 muertes resultado de la tragedia. Derribado de este accidente la Red de Acción en Plaguicidas y 400 organizaciones más, decidieron establecer un día internacional del no uso de plaguicidas para rendir un homenaje a todas las víctimas de este fatídico evento.
Su uso indiscriminado y sin ningún tipo de control de los plaguicidas durante décadas, ha provocado daños irreparables en la población, sino también graves consecuencias para el medio ambiente, incluyendo la fauna, la flora, los mares y los bosques.
Estudios recientes de muestran que los insectos no logran ser controlados, debido a que han desarrollado resistencia a los plaguicidas, debido al uso excesivo de agroquímicos, que en lugar de eliminarlos, aumentan su reproducción.
Sin embargo el otro lado de la moneda, demuestra que los daños en la salud son una realidad. Se han encontrado casos de personas que sufren intoxicación e inclusive cáncer. Los efectos de estos no suelen aparecer de forma in mediata, sino que causan secuelas después de algunos años al estar expuestos a estas sustancias tóxicas.
Son millones las personas a nivel mundial que han sido afectadas por el uso continuo de plaguicidas, que son fabricados con sustancias altamente tóxicas y contaminantes como el glifosato, un compuesto químico causante del cáncer. Es un herbicida altamente peligroso y que ya había sido denunciado por la Organización Mundial de la Salud.
Sus efectos son tan devastadores. Puede causar daños irreversibles en los genes humanos. Este agroquímico y muchos otros, entran en la categoría de los más peligrosos porque daña todo a su paso. Son capaces de destruir no solo a las plagas, sino a las aguas, los suelos, los sedimentos, los animales, las plantas, y por supuesto, para el hombre, ya que son bio acumulables.